Cada paso era borrado por frías aguas que bañaban mis pies, que ilógico yo de la capital apestado de edificios, buses y gente.
A mí alrededor solo arena rocas y la suave brisa que cubría mi cara, soy sincero frente a tanto silencio comencé a desesperar, ya paso, ahora sentado mirando el reventar de las olas me proyectaba para este nuevo año, hasta que la discusión de dos bandos de gaviotas de distinta cuna llamo mi atención, ¡cómo aleteaban! Cual más grande habrían su pico y en su idioma se insultaban, fue mas menos diez minutos de dicho altercado, yo espectador en primera fila.Ellas tenían todo su cuento, era como ver la derecha con la concertación Díaz previos a las elecciones con la gran diferencia de que las gaviotas tienen un mejor vocablo, dicción y carecen de cizaña.